Malabaristas del emprendimiento

Emprender es una aventura que implica muchos desafíos. El más importante, comprender que una sola persona no puede ni debe encargarse de todo. Contar con especialistas para las distintas áreas de un proyecto, es la clave para el éxito del mismo. 

Comenzar un emprendimiento es un enorme desafío en todos los sentidos: personal, económico, creativo y logístico; y como tal, conlleva gran dedicación de tiempo y energía.

Cuando iniciamos un negocio propio, por razones de presupuesto o por miedo, nos transformamos en lo que podríamos llamar “emprendedor malabarista”: produciendo, vendiendo, difundiendo, entregando, pagando, cobrando, etc. sin delegar o compartir tareas.

Es comprensible que tratemos de ahorrar al principio, realizando todas las tareas posibles. Sin embargo, esta forma de “minimizar” costos puede ser perjudicial para el crecimiento de nuestra empresa, ya que al hacer todo, le restamos tiempo a nuestra actividad principal (fabricar, diseñar productos, vender, etc.). Encargarnos de fabricar, vender, cobrar a clientes, pagar a proveedores y, además, comunicar lo que hacemos, es hacer malabares con el riesgo de que todo caiga al piso. Por esta razón, para crecer es fundamental contar con especialistas que complementen y potencien nuestros esfuerzos. 

Zapatero a sus zapatos

Este dicho puede aplicarse a todas las áreas laborales: tener profesionales dedicades 100% a una tarea, disminuye el margen de error y las demoras. Además, facilita que puedas dedicarte a lo que mejor sabés hacer: tu proyecto que es, en definitiva, lo que genera ingresos. 

En el caso de la comunicación, específicamente, muches emprendedores abren perfiles en todas las redes sociales y luego se les dificulta actualizarlas o responder las consultas que reciben allí. En otros casos, existe lo que en Manasher llamamos “sobrinity manager”, que es dejar en manos de un familiar la comunicación digital, solo porque usa redes sociales.

El problema en estos casos es que falta la principal herramienta del marketing digital: la planificación estratégica. Sin ella, es como viajar a un lugar desconocido, sin mapa, ni dominio del idioma. Estamos absolutamente perdides. 

Para que la presencia de tu marca se transforme en conversiones: ventas, consultas, nuevos clientes y mejor posicionamiento, es necesario trazar una estrategia con objetivos medibles, realistas y específicos; a partir de los cuales definir un plan de acción que irá escalando para alcanzarlos. 

También es indispensable conocer a les usuaries de cada red social y la forma en que las habitan: ¿cómo hablan? ¿qué contenido prefieren?¿qué formato funciona mejor? Asimismo, debemos elegir estratégicamente en qué plataformas digitales nos conviene estar y de qué modo. Porque estar en “todos” lados, no significa tener presencia de marca.

Del mismo modo que es inteligente dejar las finanzas en manos de profesionales de la contabilidad, el diseño y la comunicación deben ser desarrollados por especialistas en marketing digital, con el conocimiento técnico, comercial y teórico para llevarlo adelante de manera exitosa.

Inversión, no gasto

No lo debes considerar un gasto, sino una inversión que potenciará tu proyecto; porque cada quien hace lo que mejor sabe hacer y la suma de las partes se convierte en un gran todo. 

En fin, si vas a aventurarte a emprender, es importante contar con personas a las que puedas delegar aquellas tareas que no son el corazón del proyecto, pero sí son fundamentales para que funcione y crezca.